jueves, 30 de mayo de 2013

Tostadas de marlin ahumado y de ceviche

Tostadas de marlin ahumado y de ceviche

 Las tostadas de ceviche y de marlin ahumado son un gusto generalizado en México. La frescura de estos frutos del mar son un buen paliativo para cuando hace mucho calor o cuando se antoja comer de modo diverso el pescado. Las tostadas por lo general son una tortilla frita y secada después. Pero, ahora, y para evitar el aceite, se ha extendido comprar las tostadas deshidratadas. Si tienen oportunidad, aunque no es tan sencillo encontrarlas ni en nuestro propio país, las famosas tostadas raspadas que son una verdadera delicia.
Simpre que hay tostadas de pescado, la preparación es similar. Por lo general se unta la tostada primero con un poco de mayonesa, se pone encima el pescado y se corona con lajas de aguacate. El conjunto no sólo es delicioso sino que además se presenta a la vista como bello y muy apetitoso. A veces, se sirven sólo como botana o entrada a una comida y en otras ocasiones son la comida cuando hay más variedad de pescados y mariscos para las tostadas. Se acompañan muy bien con cerveza clara muy fría.


Ceviche
1/2 kg de sierra molida
4 jitomates saladet (guajillo)
1 cebolla mediana
2 zanahorias pequeñas
1/2 kg. de limones
sal, pimienta, cilantro y chile serrano o jalapeño en vinagre (opcional).


Primero se pone en un molde el pescado molido y se baña abundantemente en el jugo de limón. Taparlo y dejarlo reposar por un espacio de 1 hr y media o 2. Mientras, pelar y picar fino la zanahoria, lavar y picar el cilantro y picar la cebolla en trocitos pequeños. Cuando el perscado se ha cocido en el limón toma un color blanco, se le escurre el limón y se le agregan la sal y pimienta al gusto. La cebolla, la zanahoria, el jitomate y el cilantro de agregan y se revuelve. Si se desea un sabor un poco más ácido se le agrega un poco más de jugo de limón. Es un gusto extendido añadir tambien ya sea chile serrano o chile jalapeño (en vinagre) en trocitos pequeños. Algunas personas le agregan a esta mezcla aceituna verde picada pues le infunde un sabor especial.


Marlin ahumado
1/2 kg. de marlin ahumado
4 jitomates saladet
1 cebolla pequeña
3 chiles gueros
un manojo de cilantro fresco.


En una sartén con un poco de aceite de olivo se pone a sofreír la cebolla en trocitos o plumitas y el chile en trocitos. Ya sofritos (sin caramelizar) se integra el jitomate y se le da una pequeña guisada. Después se integra el marlin desmenuzado y por último el cilantro picado. Se tapa y se deja a fuego lento por un espacio de 5 minutos. Servir calientito.


Provecho!!!

lunes, 27 de mayo de 2013

Carnitas en salsa y calabacitas a la mexicana

Carnitas en salsa y calabacitas a la mexicana
Cuando se comen carnitas, típicamente el fin de semana con la familia o amigos, es fácil que quede un remanente para el día siguiente y no siempre se sabe que hacer con ellas pues es común que al recalentarlas les cambie el sabor. Al prepararlas en esta salsa se hace un guisado diferente que respeta y amplifica el sabor de las carnitas y si bien no es un plato ligero si es muy apropiado para entre semana si se come con moderación.

Modo de preparación: 
Para medio kilo de carnitas se asan unos cinco jitomates saladet (o guajillo), un cuartito de cebolla, un diente de ajo y 2 o 3 chiles serrano. Se licúan. Las carnitas se pican o deshebran para quitarles el exceso de grasa y se ponen en una sarten a dorar lentamente, sin aceite pues la misma grasa de las carnitas es suficiente. Una vez doradas se integra la salsa y se deja hervir hasta que se integren los sabores. Así de simple.
Las calabacitas a la mexicana se preparan picando en cuadritos unas 7 calabacitas, la mitad de una cebolla mediana, medio chile serrano y cinco jitomates. En una sartén con aceite de olivo se sofríe la cebolla, el chile y el ajo juntos y se les añade pimienta negra. Ya sofrito se le integra el jitomate para que se haga un recaudo y tapando la cazuela para que se integren los sabores. Una vez hecho el recaudo se integran las calabacitas previamente picadas, se tapa la cacerola y se pone a fuego lento a que se guisen en el recaudo. Unos minutos antes de que estén listas se le añade sal al gusto.

Provecho!!

jueves, 23 de mayo de 2013

Huevos rancheros variación 1

Huevos rancheros
Los muy típicos y mexicanísimos huevos rancheros. Son una verdadera delicia y son más que un desayuno, son todo un almuerzo. De modo que quedan fuera del común "desayunamos y nos vamos". Se trata más bien de un almuerzo que requiere tiempo para preparar y degustar. Forman parte de un espacio de convivencia con la familia o los amigos. 
Si bien hay muchas formas de prepararlos, lo típico es un par de huevos estrellados puestos sobre una tortilla frita y bañados con una salsa comúnmente roja. Hasta allí los generales pues hay variaciones posibles según los gustos y estilos. Aquí presentaré lo que a mi parecer es la combinación perfecta y que, claro, responde a mi gusto personal pero, en verdad les sugiero que lo prueben aunque sea una vez así y que me comenten sus impresiones. Van los cuatro elementos básicos descritos por separado pues alguito se puede decir de cada uno de ellos: tortilla, huevos, queso y salsa.
Sobre las tortillas a utilizar se puede decir que es mucho mejor utilizar tortillas hechas a mano, pero como cada vez es más difícil encontrarlas, se pueden utilizar tortillas de paquetito o de tortillería. La idea es que, entre más frescas sean su sabor es mejor. Modo de preparación: En una sartén hay que poner a calentar un poco de aceite de olivo o de su preferencia. Calentar el aceite a que cubra toda la superficie de la sartén. Se pone una tortilla extendida y queso sobre ella, se tapa con otra tortilla. Cuando la tortilla de abajo ya doró, se voltea todo a que se dore la otra tortilla. El queso se funde un poco. Ya doradas las tortillas se sacan y se bañan en la salsa y se emplata.
Sobre los huevos: La recomendación es comprar huevo de gallina alimentada de modo natural, en casa utilizamos los huevos "Veggetarian". Tienen que estar, de preferencia, frescos y si los sacas del refrigerador atemperarlos con agua tibia. El asunto es que no estén fríos a la hora de prepararlos. Una vez atemperados, poner una sartén, de preferencia de teflón y calentar en ella aceite de maíz o de soya. Debe ser una muy generosa cantidad de aceite para que el huevo se pueda freír de modo parejo. Partir el huevo y vaciarlo en un molde sin romper la yema, aquí usamos uno de esos moldecitos para gelatinas individuales. Cuando el aceite está tibio, no debe estar hirviendo pues el huevo haría burbujas, se vacía el huevo en la sartén con cuidado para no reventar la yema. Con una palita se baña con aceite la parte de arriba del huevo. Si se sigue este procedimiento, cuando la clara ya está completamente cocida la yema estará tierna (líquida y tibia). Sacar el huevo y escurrir el exceso de aceite y ponerlo sobre la quesadilla extendida que previamente se emplató. repetir el procedimiento con un segundo huevo si así se desea. A mi me encanta poner en ese momento sal y pimienta negra sobre la superficie de las yemas. Ahora se bañan con la salsa hirviendo o muy caliente. Con esto, si algo no hubiera quedado bien cocido se termina de cocer con el calor de la salsa.
Sobre la salsa: Hay una infinidad de salsas pero para este platillo les compartiré una salsa que le añade un sabor muy especial a todo el conjunto. Prácticamente, la salsa es el secreto de este almuerzo. Preparado: En un comal, se asa un diente pequeño de ajo y un cuartito de cebolla separadas sus capas, con el objeto de tener esos "quemaditos" que integran el sabor de lo ahumado a la salsa. Ya asados se meten a la licuadora con un puñito de sal de grano y un poco de pimienta. En el mismo comal se ponen 4 jitomates saladet (guajillo) a que se asen y un chile de árbol y dos chiles mirasol (o nopalero). Es importante no apartarse del comal porque el chile se asa muy rápido. Cuando los chiles estén asados se integran a la licuadora. Al estar asados los jitomates por todos sus lados apagar el comal, tomar un jitomate y partirlo en cuarterones e integrarlo a la licuadora para licuar bien lo que ya está allí. Licuar. Cuando ya está muy bien licuado se integran los otros tres jitomates partidos en cuarterones y se prende y apaga unas tres veces la licuadora para que los jitomates recién integrados sólo se trituren y no se licúen. Se vacía todo en una cacerola y se mantiene a fuego bajo para mantenerla caliente en lo que se preparan los huevos y la quesadilla. Esta salsa se puede preparar con antelación a todo el proceso y además es muy sabrosa para muchos otros guisos.
Sobre el queso: De preferencia queso de morral de la región de Lagos de Moreno Jalisco, aunque cualquier queso adobera puede servir a estos fines. Es importante saber que los quesos de maduración o demasiado frescos no son buenos para este platillo.

Recomendaciones: 
  • A la hora de preparar la quesadilla se le puede integrar unas rebanadas de jamón.
  • Después de comer este platillo repose y disfrute, no haga actividades intensas pues es un platillo pesado. Recuerde, es más un asunto de compartir.
  • Es magnífico después de hacer ejercicio intenso mientras se comparte la charla las aventuras deportivas o de lo que guste con la familia y amigos.
  • Es muy sabroso acompañarlos de frijoles guisados de algún modo.

INGEDIENTES:
Tortillas
huevos
jitomates saladet
cebolla
ajo
chile de árbol
chile mirasol o nopalero desvenado y semillas
queso adobera

 Que los disfruten, provecho!!!

viernes, 17 de mayo de 2013

Chilaquiles

Chilaquiles rojos
Para comenzar nuestros posts, nada mejor quizás que presentar los muy conocidos chilaquiles.

Si bien existen muchas recetas (probablemente cientos) y muchos gustos personales para comerlos -hay quienes los prefieren blanditos y a otros nos gustan crujientes-, lo cierto es que la base para su preparación es más o menos la misma.

Lo curioso es que, a pesar de su enorme simplicidad, existan tantas variaciones tanto en su preparación como en los usos y costumbres para comerlos. Cada región del país los suele comer de alguna manera particular, con el sazón de la localidad, las especies disponibles, hierbas de olor, tipo de maíz, etc. Así mismo, en algunas zonas los prefieren como almuerzo, en otras como comida o cena según la ocasión. Quizás lo común sea que, una vez servidos al plato, se les ponga crema y queso al gusto y se acompañen con alguna variedad de frijoles, refritos, guisados o de olla.

Lo que he observado es que sin importar el tipo de chilaquiles, en cualquier región de México suelen pedirse para esas mañanas después de una noche de excesos en las bebidas alcohólicas, con un éxito interesante cuando se piden particularmente picosos. Creo que no cura una "resaca" o "cruda" pero, lo picante que se siente en esos momentos al comerlo hace olvidar el malestar. Nada mejor que la opinión de ustedes para esto.

RECETA (para 2 personas):

2 chiles anchos
4 chiles mirasol
1/2 diente de ajo
1/4 de cebolla
8 tortillas
crema
queso fresco
1 aguacate
sal y pimienta

Cortar las tortillas en porciones pequeñas, como de medio bocado y ponerlas en aceite abundante y caliente hasta que doren. Se van poniendo por tandas para que no se encimen. Dorar y escurrir. Ya escurridas ponerles sal y pimienta mientras aún están calientes para que se "pegue" a la tortilla dorada.
Desvenar y despepitar los chiles. Si quieren que quede la salsa muy picosa dejárselos. Ahora se pasan por el aceite caliente por un breve tiempo. Licuar con el ajo, la cebolla, sal y pimienta al gusto y un poco de agua o caldo de pollo para que se pueda licuar bien. Colar. 
Se ponen tortillas ya doradas y la salsa a calentar por breve tiempo. Poco si desean los chilaquiles crocantes y un poco más si desean que se ablanden las tortillas doradas.
Servir al plato y poner encima crema, queso, aguacate y cebolla picada al gusto. Suelen acompañarse de frijoles al gusto.
Provecho!!

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